lunes, 21 de octubre de 2019
Veinte horas en BILBAO
Nadie es perfecto y yo siento debilidad por el ATHLETIC CLUB.
Así que ni corto ni perezoso, me fui a ver el ATHLETIC - VALLADOLID.
Pocas horas después de ver el empate a 3 del GUADALCACÍN ya estaba dentro de un avión en SEVILLA, dirección BILBAO.
Tras recoger la entrada en la taquilla número 1, tocaba el tour por el estadio de SAN MAMÉS.
Se me caía la baba sobre el césped, en la sala de prensa, en el vestuario junto al lugar de ADURIZ, en el banquillo local o en el busto de PICHICHI.
Tras el tour por SAN MAMÉS, tocaba el MUSEO.
Es una delicia seguir las diversas salas del recinto.
La nostalgia del equipo de mi niñez me puso la piel de gallina.
Había un sitio para nuestra PEÑA sanluqueña.
Al final, logré encontrar nuestro simpático pin representativo.
El hermoso CARRANZA está presente en la sala de trofeos.
De SAN MAMÉS a la PLAZA NUEVA para picotear.
Aquello es una alegría para los ojos hambrientos.
Haciendo amistades con aficionados del equipo rival.
Esto es un festival auténtico de buenos pintxos.
Con mi amigo PASCUAL (nacido en Guinea Ecuatorial lleva cincuenta y un años en España).
Ha recorrido media ESPAÑA con su voz de NAT KING COLE.
El disgusto del día fue el empate del ATHLETIC.
Cerveza San Miguel con su escudo en la céntrica PLAZA MOYÚA.
Dos nuevos amigos artistas de GRONINGEN.
Precioso futbolín con la maqueta del nuevo SAN MAMÉS.
Ya bien de noche regreso al HOTEL BARCELÓ BILBAO. SALUD.
Me gustan tus andanzas y aficionez
ResponderEliminarBuen reportaje y buen talante deportivo
Siempre admiré del Bilbao sucuidado de cantera y pronto iré a conocer el nuevo estadio y haré un repaso al país Vasco.... eso sí cuando venga la primavera
Pero qué bien te lo pasas, chico. Esto es vida!
ResponderEliminarBicos bretones
Hasta la vista