Mi mujer, CELIA, me regaló por San Valentín una estancia en Bilbao, con partido incluido (ATHLETIC-EIBAR). Me tiene muy mimado. GRACIAS DE TODO CORAZÓN.
Ver amanecer desde del avión -por encima de Madrid- era un buen presagio.
Cerca del hotel y enfrente del Ayuntamiento, la foto ante la estatua de Oteiza siempre es obligatoria.
La camadería entre equipos vascos es una realidad palpable.
Nuevo aparcamiento de bicicletas que me llamó la atención.
Los pintxos son alucinantes, en Bilbao, resultando difícil escoger entre ellos.
El teatro Arriaga es paso obligatorio antes de entrar en las siete calles más clásicas.
Llegaba el momento culminante del día, y a los cuarenta y un segundos del partido, RAÚL GARCÍA, hacía el gol más rápido de la historia del nuevo San Mamés. Se sufrió hasta el final, pero los tres puntos se quedaron aquí (ATHLETIC 1 EIBAR 0).
Al comenzar este domingo y antes de partir hacia el aeropuerto, se hacía necesario un paseíto por la ribera del NERVIÓN. Ha sido un regalo inolvidable. SALUD.
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