Posiblemente tengamos a Benito Olmo en la III Semana "Conjura Negra" de Sanlúcar de Barrameda. Así que es de obligado cumplimiento leer su novela policíaca publicada en mayo del presente año. Con un afectivo prólogo de César Pérez Gellida ("Adrenalina pura para el corazón") y dos mapas de las zonas (el primero, de la Bahía Gaditana; el segundo, de la ciudad de Cádiz) que aparecerán durante toda la trama, las trescientas sesenta páginas se leen en un día de descanso, con plena facilidad.
Benito Olmo ha creado un inspector inolvidable: Manuel Bianquetti. Ojalá sea el germen de una saga porque se hace querer.
Cuando Clara Vidal, colombiana de dieciséis años aparece en un contenedor de basura violada y asesinada, el gen detectivesco de Bianquetti se pondrá a funcionar contra viento y marea. No lo parará ni las amenazas de expulsión del cuerpo, ni la paliza de cuatro maleantes contratados para que abandonara el caso, ni las circunstancias en contra que tendrá. De viernes a lunes solucionará el caso.
Estará a punto de morir varias veces pero su integridad moral le impide abandonar un caso de corrupción tan evidente.
El título de la obra vendrá de la mano del intento por retrasar lo inevitable. "Como las tortugas, pensó, que se esconden bajo su caparazón hasta que creen que ha pasado el peligro"(317). Muchos personajes de esta trepidante novela asumen dicha maniobra. Manuel Bianquetti, no.
Sobre Manuel Bianquetti:
* mide más de dos metros de altura;
* "su extrema palidez y el abrigo de un innegociable color negro completan un atuendo tenebroso que le había valido varios apodos a lo largo de su vida. Sus favoritos eran El Cuervo, El Enterrador o El Chupacabras, aunque todos se cuidaban de no usar ninguno de ellos en su presencia"(36-37). "Qué feo es el hijoputa"(16 y 230).
* tiene un gran olfato selectivo;
* se pasa por el forro aquella absurda ley antitabaco y le da al alcohol."Son ganas de joder. No se puede fumar en los bares y no se puede beber en la calle. Los vicios de uno en uno, por favor"(109).;
* su arma es un Magnum.357;
* expediente impoluto hasta que un degenarado quiso abusar de su hija Sol (fruto de su relación con Patricia, su ex), de dieciséis años, matándolo de una paliza;
* es destinado a Cádiz capital como recurso al olvido;
* no cree en las casualidades, "No lo había hecho nunca, lo que le había salvado el pellejo en más de una ocasión"(14);
* prefiere largarse a desayunar antes que compartir un solo minuto con los imbéciles que tiene por compañeros;
* usa siempre un desvencijado Opel Kadett, "Manuel estaba convencido que aquella tartana y él tenían algo en común: nadie esperaba nada de ellos"(24).
* odia el viento de levante y la humedad de Cádiz. "Aquella humedad que atravesaba capas y capas de ropa y se alojaba en sus huesos sin piedad"(93).
* le encantan las tortillitas de camarones.
Personajes principales:
* su compañero de archivos, Miguel Morgado, que será pieza clave aportando ciertos datos. Tiene una hija y sabe que ya son muchas las chicas violadas. "Su labor como encargado del archivo era más bien escasa, por no decir prácticamente inexistente, motivo por el que solía estar enterado de todo lo que se cocía en comisaría"(33).
* Fredy Guzmán, el novio de la chica asesinada, principal sospechoso y a quien Manuel salvará de una condena segura. "Manuel asintió, mientras se preguntaba si aquel chico había nacido así de tonto o se había vuelto más lerdo con el paso de los años"(39).
* el inspector, Roberto Silva, de treinta años, atlético y con una barbita perfectamente recortada. Enemigo acérrimo de Manuel.
* el Doctor Medina, forense. "Fue violada antes de morir. Tiene la vagina destrozada y el tracto desgarrado, aunque no hemos encontrado restos de semen. El que lo hizo debió de usar condón"(46).
* el comisario, señor Tejada, al borde de la jubilación y que no parecía dispuesto a ensuciarse las manos con Manuel. Esconde muchos trapos sucios.
* César Vidal, padre de Clara, bajito, regordete y con un bigote a lo Juan Valdés. Protagonizará una venganza perfecta. "No había nada más descorazonador que eso, pensó. La imagen de quien ha pasado toda su vida tratando de proteger a su hija y, de repente, descubre que no ha sido suficiente"(52).
* Cristina, víctima de la violencia de género, auxiliar de enfermería en el Hospital de Puerto Real. Curará a Manuel BIanquetti de sus heridas y entre ambos empieza surgir el amor.
* Eugenio, maltratador de Cristina, quien al salir de la cárcel irá a por ella. "Había estado tan enamorada, tan ciega, tan loca, tan rematadamente loca, que no había querido ver los defectos del monstruo con el que se había casado y se había empeñado en inventarse cualidades y sentimientos con los que disfrazar la realidad"(89).
* Alfonso Colmenares, degenerado de apenas veinticinco años que casi mata a golpes a Sol, la hija de Manuel Bianquetti. "Un chico normal que, de repente, había mutado en el peor monstruo que uno pueda imaginar"(113).
* Carmen Casares, chilena, otra chica que fue violada y cuya boca taparon con dinero."No hay un solo día en el que no me sienta una miserable por lo que hice. Dejé que un tipo me violara y me diera una paliza por veinte mil cochinos euros. No señor. Si volviera a sucederme algo parecido, no actuaría igual"(138).
* Adolfo Murillo, patriarca de la empresa MURANSA, uno de los poderosos intocables de Cádiz. Tiene dos hijos que son unos prendas.
* Abraham Murillo, hijo de Adolfo, chulesco, pijo, creído. Sin ningún respeto a las sudamericanas.
* Lucas Murillo, el otro hijo de Adolfo, de veinticuatro años, con todos los añadidos de quien se cree impune ante la ley. Alto, fuerte, guapo, bien vestido, muy zalamero. "Tenía una sonrisa increíble, capaz de volver loca a cualquier chica"(130)
* Emilio Calvino, matón con un Fiat azul que junto a otros tres sicarios darán una paliza a Bianquetti.
* el imprescindible y activador, Roque, periodista de El Eco de Cádiz. A sus órdenes estará Ceballos, el único corresponsal después de los famosos recortes.
Frases lúcidas:
* "Sin embargo, con el tiempo la sensación de angustia había sido sustituida por una extraña resignación ante el modo de vida de aquel pequeño rincón olvidado al sur del sur, más pueblo que ciudad, que parecía regirse según sus propias normas"(24).
* "Su experiencia le decía que cualquier persona, sometida al estímulo adecuado, es capaz de matar a otra y que no existe un perfil definido que permita reconocer y detener a un asesino sin el menor asomo de duda"(30).
* "Hay ocasiones en las que la cautela y los paños calientes solo sirven para estorbar"(219).
* "Nunca le habían dado miedo los perros y menos los de cuatro patas"(226).
* "Siempre había pensado que cada persona actúa de manera acorde con sus circunstancias personales y su lugar en el mundo, y aquel matón al atacarle la noche anterior, no había hecho otra cosa que cumplir con su cometido"(236).
* "Antes me entusiasmaba mi trabajo, me sentía muy identificado con lo que hacía, pero de un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que las cosas han cambiado. Ahora lo importante no es pillar a los malos, sino ofrecer una buena imagen, quedar bien ante los medios de comunicación, no molestar a los poderosos,..."(303).
* "Los policías no somos buenos maridos, ya que solemos pasar mucho tiempo fuera de casa, sometidos a mucho estrés, y no es fácil aguantarnos"(305).
* "Sé cómo funciona la justicia. Vi la mansión en la que vivía ese hijueputa. La gente como él no va a la cárcel"(320).
P.D. Como dice el último mensaje de Cristina antes de ser acuchillada por su desquiciado ex:"Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad"(346). Ojalá Benito Olmo nos regale otra novela con nuestra prometedora pareja: Cristina y Bianquetti.