miércoles, 6 de julio de 2016

Regresando a la niñez con mis sobrinos gallegos


¿Quién le negaría a sus sobrinos ayuda para construir un castillo de arena?


Aprovechando la arena extraída del foso del castillo, fuimos construyendo las almenas.


Una vez terminado el foso y las almenas, tocaba el perímetro de muralla.


Poco a poco fue tomando forma un más que digno castillito de arena.


La marea que terminará con esta obra efímera empezaba a subir.


El incansable Miguelito arreglaba pequeños desperfectos.


Han disfrutado de lo lindo con la construcción.

Ya sólo quedaba la llegada del mar.

El descanso de la princesa del castillo. SALUD.

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