sábado, 10 de octubre de 2015

Lectura Recomendada:"Los viejos amigos" de Rafael Chirbes



Tengo tantas asignaturas literarias pendientes que necesitaría varias vidas para cumplir con todas. Y Rafael Chirbes es una de ellas. "Los viejos amigos" me ha devuelto a la gran literatura española de la segunda mitad del siglo XX que empecé a conocer en C.O.U. con "Tiempos de silencio" de Luis Martín Santos. Y en esa época vital bebieron sus experiencias un grupo de amigos, viejos camaradas que después de muchos años deciden verse de nuevo en Madrid. Todo el libro será un memorándum de esa generación que luchó por cambiar el mundo y fue vencida.
Pedro Vidal, Guzmán, Ana, Demetrio Rull, Rita, Taboada, Amalia, Carlos,... Pandilla que creció con los cómics de "Pantera Negra", "El Capitán Trueno", "El Jabato",..., con películas de Gary Cooper, de James Cagney, Alan Ladd, Linda Darnell, Virginia Mayo, Shelley Winters o Jane Leigh. "Son pegajosos los sentimientos de infancia, por eso uno no acaba de librarse del todo de quienes los compartieron y, por eso, forman parte de ellos: sentimientos como chicles"(11). La reunión en Madrid será la constatación del fin de aquella promoción que nunca parecía rendirse ("de derrota en derrota hasta la victoria final" -49-).
No cabe duda de sus buenas intenciones ("el mundo es dolor, reducir la presencia del dolor, y expulsarlo de alguna  zona concreta es la misión del hombre civilizado"(68). Pero el batacazo visto en la manera de vivir de sus propios hijos es espectacular. "Nosotras heredábamos la ropa de primas, de hermanas mayores, nos vestíamos todas igual, comíamos lo que había, pero estos cabrones quieren marcas: hasta la comida basura la quieren de marca. Es como si vivieran en un supermercado. No quieren ir de excursión, quieren ir de tiendas. Los llevan a ver una ciudad, un museo, y se escapan y se meten en la primera galería comercial que encuentran. Eso es lo que es para ellos el mundo, un supermercado gigante: las calles son estantes en los que se exponen productos" (51).
Y como banda sonora que comparte su intrahistoria, la canción de Aznavour, "Hier encore"("Hemos desperdiciado el tiempo, queriendo detenerlo, y para detenerlo, e incluso adelantarlo, no hemos hecho más que correr y nos hemos agotado"(100).
Viendo a lo que hemos llegado la conclusión es evidente:"La dignidad marchita"(182). No existen los diálogos, todo es monólogo interior, de cabeza a cabeza, de personaje a personaje, tanto que a veces cuesta seguir quien está pensando. ¿ Pero no es la misma vida así, una sincronía contínua de pensamientos, emociones y sentimientos? Me ha encantado esta obra y pronto iré a por otra. Todo es cuestión de tiempo.
Breves acotaciones de personajes:
* Guzmán, "En la historia no hay pausas, no se baja y se sube el telón. No hay entreactos. Es una sesión contínua". "¿Qué hemos ganado?, ¿qué hemos perdido? Puta vida vida, ¿verdad? Nuestras ilusiones" (pág. 8). "La verdadera hombría de un hombre, reside en su peso, en su volumen"(197).
* Carlos, "...nunca llegarás a ser un revolucionario, te gusta demasiado la literatura", "ni serás un buen amante. La literatura está reñida con el amor y con la revolución"."Nunca has sabido darles a las mujeres lo que te pedían, lo que ellas saben que tienes y tú desconoces"(93). Perderá un hijo drogodependiente:"..le enseñaste que había un cielo que se podía alcanzar y no le enseñaste el camino, porque tú mismo no lo sabías, tú, un camino equivocado"(136).
* Mauricio, un comunista que odiaba el pecé, primero en fallecer del grupo. 
* Román, fotógrafo que con cuarenta años seguía siendo un niño caprichoso.
* Ana, galerista, "Sabe que su capital, su inversión, se basa en que nadie conozca el mecanismo que abre las puertas de su santuario aunque, en el fondo, se trata de un mecanismo muy simple, que se llama dinero pero cuyo exacto funcionamiento esconde detrás de complicados velos y de un ajustado sentido del tiempo"(28)..
* Demetrio, pareja de Jorge (enfermo de sida), siempre ha sido el mejor de todos. "Los viejos elefantes olemos el fin, buscamos el cementerio"(35).
* Juan, viajante, "está viendo Mister Bean en la tele, y se mea de risa, y yo me río con él"(52).  "Tiene esa capacidad para adaptarse a las situaciones, para conocer el alma de la gente, lo que la gente necesita, que tienen los viajantes. Yo creo que conoce mejor a la gente que el novelista"(55).
* Amalia, "yo que quería ser maestra, que quería enseñar Piaget, los cursos de Rosa Sensat, la pedagogía activa, todo eso, y que ahora me dedico a engañar"(58).
* Narciso, "hay gente capaz de estirar la ideología como si fuera un chicle. De hacer tranquilamente cosas que no se corresponden entre sí y hacerse la idea de que todo obedece al mismo proyecto"(60).
* Taboada, abogado -en sus tiempos- de todos ellos, "... no estuvo realmente en la célula con nosotros, su mérito, el de él, el de Taboada, fue defendernos, ser nuestro abogado cuando nos trincaron"(72).
* Magda, lesbiana, dueña del local nocturno (Violette) que aglutinaba a todos.
*...
Casi todos ellos - varios no irán a Madrid - cuando se vean hablarán de lo mismo:
* "Y se han puesto a hablar los tres de lo que hicieron el día que murió Franco, del veintitrés efe, de la utopía comunista, de Rusia desmantelada, de China metida en el frenesí del consumo, de América zapateando sola sobre la mesa del mundo"(8).
* "Películas de Eisenstein y Pudovkin vistas en cineclubs clandestinos, los horarios de cuyas proyecciones circulaban en el grupo de iniciados, susurros"(14)...
Dentro de poco cuando me jubile me veo contando "batallitas" de la lucha como ellos.

Frases brillantes:
1. "Revolución es buscar tozudamente el sufrimiento que no se tiene"(14).
2. "Los vicios de una gran nación son su mayor riqueza"(16).
3. "La muerte te enseña que tiene valor la vida. La vida es lo único, el único valor, seguir vivos hoy; y aprendemos que eso vale porque nos lo enseña la muerte de los demás"(17-18).
4. "Nosotros, en aquellos años, aprendimos que lo que hay es una mierda, y eso fue una putada, porque ya no hemos podido olvidarnos de la lección que aprendimos. Cuando se sabe eso, estás definitivamente condenado porque no esperas nada"(18).
5. "Inventamos cualidades (bondad, generosidad, energía) y vestimos con ellas los cuerpos que nos gustan, para no sentirnos vulgares (¿o es al revés y nos gustan los cuerpos en los que creemos detectar ciertas cualidades?)"(39).
6. "Después de la experiencia con Carlos, puedo asegurarte que desconfío de la gente espiritual. Los artistas tenéis malas digestiones"(54).
7.  "La acción mancha, pienso, existencialista, camusiano, mancha para siempre, pienso. La violencia me ha ensuciado, la grasa que chorrea de la gasolina en contacto con los productos químicos es ahora parte de mí"(64).
8. Tuvimos que aprender y luego nos tocó tener que desaprender, porque lo que sabíamos iba contra lo que necesitábamos. Ganarse la vida"(80).
9. "...son las ventajas de la globalización, que lleva en su esplendor su propia mortaja, uno siempre lleva a su propio asesino dentro"(93).
10. "La revolución no podía ser aquello, ni podía exigir la mentira, la ocultación, la fealdad. La revolución era una verdad universal, como el arte, una forma de belleza"(108).
11. "La historia no se construye con inteligencias individuales sino con una inteligencia colectiva hecha de multitud de torpezas, de mediocridad, y que, precisamente, rechaza las inteligencias individuales, las expulsa a la cuneta en su avance"(150-151).
12. "También el orgullo es cerrado como la esfera de un reloj y su punto límite -las doce- limita con la nada, con ese instante de absoluta humildad que se sitúa en el espacio que queda entre la última hora del día que concluye y la primera del que empieza. Las cero hora. La nada"(159).
13. "Dinero y arte no son incompatibles, sino imprescindibles: el uno no puede prescindir del otro"(179-180).
14. "Dios es el mal y su condena genética una forma de santidad: el castigo del pecado original, ganarás el pan con el sudor de tu frente, la única pausa, el único respiro que se toma el mal"(184).
15. "Las emociones se gastan, el hombre no posee un caudal inagotable de emociones, ni mucho menos. La piedad se evapora con el tiempo"(206).

Este párrafo de la página 213, bien puede suponer el broche final de la reseña de este magnífico libro:
"Eso fuimos. Personajes anónimos de las contemporáneas guerras de religión: discutían los bandos acerca de si el paraíso debía llegar después de la muerte o se tenía que instaurar en la tierra. Eso dirán de nosotros. No conseguimos lo que queríamos, pues vale, disfrutemos de lo que hay y no quisimos. Disfrutemos de aquello contra lo que luchamos y nos venció".

P.D. Me gusta la conclusión a la que llega uno de los protagonistas - casi al final de su agitada vida -:"Bañarme, leer, mirar el mar y tomar vermut, eso es lo que voy a hacer"(104). Muchas veces, en esas pequeñas cosas, encuentras la felicidad de la que te aparta los grandes sueños.

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