A escasos kilómetros de Sanlúcar tenemos una playa magnífica.
Su amplitud permite unos maravillosos paseos de agradable charla.
La marea baja deja al descubierto un paisaje muy diferente al acostumbrado.
El Deus sive Natura se hace presente si eres capaz de lo sublime.
Eterno conocerse y desconocerse que diría Juan Ramón Jiménez.
Y lo mejor de todo, gozar de la compañía de un amigo de verdad, como nuestro sabio Manolo. SALUD.
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