lunes, 15 de junio de 2015

Lectura Recomendada: "El campo del alfarero" de Andrea Camilleri



Decimosexta aventura de nuestro querido Montalbano - veánse en este blog "La forma del agua""El perro de terracota""El ladrón de meriendas""La voz del violín""Un mes con Montalbano""La Nochevieja de Montalbano""La excursión a Tindari" , "El olor de la noche""El miedo de Montalbano" ,"Un giro decisivo", "El primer caso de Montalbano" , "La luna de papel", "Ardores de agosto" y "Las alas de la esfinge""La pista de arena"-.


El título vendrá dado por un pasaje del Evangelio de San Mateo que narra el suicidio de Judas. Con las treinta monedas de plata que arrojó, los sumos sacerdotes, después de deliberar en consejo compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los forasteros. El propio Andrea Camilleri, realiza un resumen perfecto de esta obra en su página 199:"Porque, bien mirado, toda aquella historia estaba hecha de objetos ausentes o presentes. Una carta en mano no entregada. Un ramo de rosas que no se recoge por la noche, pero que al día siguiente ya no está. El polvo fuera de lugar en el mueblecito del recibidor. Un cubo de basura que debe contener los restos de una comida y que, en cambio, está vacío. Un recibo de Enel sin pagar. Una jeringa manchada de sangre...". Cuando Montalbano encaje todas las piezas resolverá el enigma.
Salvo se nos está haciendo cada día mayor, más esquizofrénico (Montalbano 1 y Montalbano 2 no paran de enfrentarse) y más débil ante las mujeres. En este caso, la mujer fatal será Dolores Alfano, colombiana, de treinta y un años, sin hijos y guapísima. "Parecía falsa. Era una treintañera espectacular, morena, muy alta, largo cabello derramado sobre los hombros, ojos enormes y profundos, boca grande, labios voluminizados no por un cirujano sino por la propia naturaleza, buena dentadura para comer carne viva, grandes pendientes de aro, de gitana. Y de gitana eran también la falda y la blusita, hinchada por dos bolas de torneo internacional"-pág. 105-. Engatusará a Mimì Augello hasta poner en peligro su matrimonio con Beba. "Dolores era una mujer capaz de convertir a un hombre en un sello pegado a su cuerpo"- pág. 158 -. Todo girará en torno a ella.
El único asesinado de la novela, aparecerá troceado en treinta pedazos, en el mantillo de un terraplén desenterrado a causa de la fuerte lluvia. El habilísimo perro Cocò tendrá su importancia ("Ha encontrado cinco trozos, entre ellos la cabeza, que se habían escurrido de la bolsa y estaban diseminados por allí" -pág. 28-. Será dificilísimo dar con su identidad cuando ya lleva dos meses muerto. 
Personajes interesantes:
* Fabio Giacchetti ("el que maneja el dinero de los demás en esas catedrales que son los bancos adquiere un aire austero, reservado, clerical, propio de quien tiene que celebrar ciertos ritos secretos, como el reciclaje de dinero sucio, la usura legal, las cuentas cifradas, la exportación clandestina de capitales" -pág. 36-);
* la fabulosa Ingrid ("¿Pero cómo era posible que aquella mujer se volviera más guapa cuantos más años pasaban? Guapa, elegante, inteligente, discreta. Verdadera amiga: todas las veces que él le había pedido que lo ayudara en su investigación, ella jamás le había hecho una pregunta, un cómo o un porqué. Hacía lo que le pedía y basta"-pág. 69-);
* Cosimo Lauricella (viejo pescador que de vez en cuando le llevaba pescado recién capturado y jamás acepta que le pagara) quien le salvará la vida de morir ahogado;
don Balduccio, viejo jefe del clan de los Sinagra ("Y a los ojos de Balduccio la ofensa que le hace Giovanni Alfaro es grave. Inadmisible." -pág. 143-);
* el abogado Guttadauro ("La primera vez que trató con él, Montalbano pensó que un gusano tenía más sentido de la honradez que Orazio Guttadauro, el hombre de confianza de Balduccio Sinagra. En sus posteriores contactos con el abogado, había llegado al convencimiento de que hasta un cagarro de perro tenía más sentido de la honradez" -pág. 191-;
* la señora Esterina Trippodo, acérrima defensora de la monarquía italiana, y que colaborará al final de la investigación gracias a la psicología de Montalbano (" era una cincuentona que debía de pesar ciento cuarenta kilos y tenía las piernas más cortas que Montalbano había visto jamás en un ser humano. Vamos, una pelota"-pág. 168-.

Salidas espléndidas de Montalbano:
* "¿Sabes qué te digo? Que me importa un bledo Freud" (pág. 14);
* "Montalbano recordó que, en tiempos ya lejanos, cuando el mar se retiraba, dejaba en la arena sólo algas perfumadas y bellísimos caparazones de moluscos que eran como un regalo que el mar hacía a los hombres. Ahora, en cambio, nos devolvía nuestra propia asquerosidad" (pág. 31);
* Y también recordó una sátira que había leído de pequeño y se llamaba El Diluvio, donde se sostenía que el próximo diluvio no se debería al agua del cielo sino a la de todos los retretes, todas las letrinas, todas las cloacas y todos los pozos negros del mundo, que empezarían a vomitar irremediablemente hasta ahogarnos en nuestra propia mierda" (pág.32); 
* la partida de ajedrez contra sí mismo que termina "con lanzamientos de objetos varios contra las paredes" -pág. 92-;
* se ha habituado a recitar las tablas de multiplicar mientras espera en el teléfono.


Respecto a la gastronomía, pocas novedades:
* los cannoli gigantes - esos dulces rellenos de ricotta - ("comieron en religioso silencio, con las comisuras de las bocas llenas de ricotta. Que, conforme a las normas, se retiraba con un ligero movimiento rotatorio de la lengua" -pág. 43-);
* las albóndigas fritas de nunnato (chanquetes);
* la botella de Passito de Pantelleria (el vino de uvas pasas propio de la isla);
* el menú que se mete entre pecho y espalda en el restaurante Peppucciuú Piscaturi, en la carretera de Fiacca, consistente en:
- entremeses marineros (anchoas cocinadas en zumo de limón y aliñadas con aceite, sal, pimienta y perejil; anchoas sciavurusi, aromáticas, con semillas de hinojo; ensalada de pulpo; pescadito frito).
- primer plato (espaguetis con salsa coralina).
- segundo plato (langosta a la marinera, es decir, a la brasa, aliñada con aceite, sal y una pizca de perejil).

Aparecerán momentos de intenso dolor para nuestro comisario:
* "Después, dentro de aquel silencio del mundo, quizá del universo, Montalbano oyó nacer un breve sonido, desangelado y extraño, seguido de otro igual y de otro también igual.¿Qué era? Tardó un poco en entender que aquel sonido brotaba de él. estaba llorando desesperadamente"-pág. 159-.
* "Resistió con fuerza las ganas de mandarlo todo a la mierda, de salir de allí por el medio que fuera. Porque él estaba hecho así. Era un hombre capaz de comprender muchas cosas que otros no comprendían o no querían comprender, debilidades más o menos voluntarias, pérdidas de valentía, desvergüenzas, faltas de atención, mentiras, móviles feos para acciones feas, cosas hechas por el mal humor, aburrimiento, interés, y así sucesivamente. pero no era capaz de comprender ni de perdonar la mala fe y la traición"- pág. 160 -.

P.D. Detalle anecdótico es la propia mención a sí mismo de Andrea Camilleri en la página 83, en referencia al Mortorio, una sagrada representación popular de la Pasión de Jesús.


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