viernes, 19 de junio de 2015
Contra la soledad, la tristeza y el miedo
La cantera del cine surcoreano parece inagotable. Un director novel, Lee Su-Jin, brilla con luz propia en esta triste película que te golpea el corazón. Su labor de equipo con el magnífico Hong Jae-Sik - a la fotografía - y Kim Tae-Sung - en la banda sonora - culmina en una extraordinaria obra.
Han Gong-Ju (pletórica Chun Woo-Hee) es una adolescente que cambia de centro educativo por alguna causa de fuerza mayor. Solitaria, de carácter muy difícil, esconde una tragedia personal que ha roto su vida. A lo largo del film iremos comprendiendo todo.
Escenas a destacar:
* La inicial donde ante la indiferencia de todo un claustro de profesores dice "porque yo no he hecho nada malo" y seguidamente, cogerá su maleta que la acompañará durante toda la historia, hasta la escena final del puente.
* La comida entre su profesor y Han Gong-Ju donde aquel le dice."pronto todo volverá a la normalidad pero no hagas una tontería como Huang Ho -compañera que sufrió la violación múltiple y que se suicida embarazada-".
* La revisión médica ginecológica previa a su admisión en las clases de natación cuando pide ser atendida por una mujer y la atiende un médico, con ese primer plano plano de las manos agarrotadas por todo el dolor traumático que esconde.
* La patética incomprensión de los polícias en la comisaría culpando a las dos víctimas:"el pueblo entero avergonzado por dos guarras". Machismo a la enésima potencia.
* Su primer contacto con la piscina para aprender a nadar, símbolo de una esperanza de vida nueva.
* El desgarrador encuentro con su madre quien había abandonado su casa tres años atrás. "No me importa si te he decepcionado. No he tenido otra salida. Pero no puedo ayudarte".
* La caminata nocturna entre Han Gong-Ju y Huang Ho cuando ésta desesperada le comenta: "¿Qué puedo hacer? Yo no tengo la culpa".
* El mordisco en la barbilla al nuevo compañero de su madre dentro del establecimiento comercial.
* Cuando canta con su guitarra la canción "Give me a smile" de una belleza incontenible. "Ya que no te conozco/ dame una sonrisa/ deja que sonría yo. Qué guay."
* Los terroríficos minutos de la fiesta casera y de la violación múltiple donde te avergüenzas de ser hombre.
* La cena con su padre borrachín obligándola a firmar una demanda por dinero y que acarreará el final trágico de su hija.
* La invasión del aula por parte de los familiares de los violadores para encima acosar y agredir a Han Gong-Ju delante de todas sus compañeras.
* La final del puente y el río que pone el epílogo a una vida rota en plena juventud ("- Gong-Ju, ¿por qué nadas con tanta fuerza? - Por si quiero empezar de nuevo. Por si pudiera cambiar de opinión").
Y nos quedaremos con la sensación de que su caso puede ser el de muchas mujeres que han sufrido violencia machista. Pero lo más duro es que nadie hace nada, ni en Corea del Sur ni en el orbe entero. La soledad, la tristeza y el miedo de la víctima son terribles. La protagonista terminará huyendo con su maleta hacia la muerte. Su madre abandonó el hogar tres años antes de los hechos, su padre es un borrachín que vende la demanda interpuesta, las familias del grupo de violadores la acosan y agreden para que retire un papeleo que ni ella ha iniciado entre tantos intereses creados. Las pocas dosis de solidaridad vendrán de su antiguo profesor y de la madre de éste. Nuestra protagonista sólo es feliz con la música (fabuloso su solo con guitarra "Give me a smile", Dame una sonrisa).En el minuto uno llega a confesar:" con ella olvido la soledad, la tristeza y el miedo. Me ayuda mucho pero no en el mundo real".¿Nunca seremos capaces de cambiar el mundo real?
Al salir del cine estás con el corazón encogido, dolido, impotente. SALUD.
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