lunes, 18 de mayo de 2015
Lectura Recomendada: "Las alas de la esfinge" de Andrea Camilleri
Decimocuarta aventura de nuestro querido Montalbano - veánse en este blog "La forma del agua", "El perro de terracota", "El ladrón de meriendas", "La voz del violín", "Un mes con Montalbano", "La Nochevieja de Montalbano", "La excursión a Tindari" , "El olor de la noche", "El miedo de Montalbano" ,"Un giro decisivo", "El primer caso de Montalbano" , "La luna de papel" y "Ardores de agosto"-.
Dos temas serán los principales durante toda la novela: el supuesto secuestro de un hombre (Arturo Picarella) y la muerte violenta - de un tiro en la cara - de una joven. Del primero, no hay pista (salvo la ausencia del personaje) ni petición de rescate. Del segundo, las únicas pistas serán: un tatuaje que representa una mariposa (La Esfinge) en el hombro izquierdo; dos trocitos de lana negra en el interior de la cabeza y purpurina debajo de las uñas de ambas manos.
Salvo Montalbano demostrará su astucia, cada vez más dicharachera y esquizofrénica, superando todos los obstáculos, siendo el primero de ellos la crisis económica."Montalbano soltó un taco. Las comisarías no tenían gasolina, los tribunales no tenían papel, los hospitales no tenían termómetros, y entretanto los del Gobierno moribundo sólo pensaban en la construcción del puente sobre el estrecho. Pero la gasolina para las inútiles escoltas de los ministros, los viceministros, los jefes de grupo, los senadores, los honorables diputados del Congreso, los diputados regionales, los jefes de gabinete, los subalternos, ésa nunca faltaba"(pág. 12).
La parte humana de nuestro comisario se muestra ante cada nueva muerte. "Antes le daban miedo los moribundos mientras que los muertos no le causaban la menor impresión. Ahora, de unos años a esta parte, no soportaba la contemplación de muertos asesinados todavía en la flor de la vida. En su interior surgía una rebelión absoluta en presencia de algo que consideraba contrario a la naturaleza, una especie de sacrilegio máximo aunque el muerto fuera un delincuente y tal vez un asesino."(pág. 17).
Montalbano está harto de muertes y guerras."Porque no pasaba ni un solo día sin que en algún lugar del mundo hubiera una guerra que mostrar a la urbe y al orbe. Y tú veías a personas muertas de hambre que no tenían ni un céntimo para comprarse una barra de pan, disparando contra otras personas, igualmente muertas de hambre, con bazukas, Kaláshnikov, misiles, bombas, armas todas ellas ultramodernas que costaban mucho más que de lo que costaría comprar medicamentos y comida para todos"(pág. 28).
Por otra parte, su relación con Livia tampoco pasa por su mejor momento. "A estas alturas, mi historia con Livia ha llegado por desgracia a una encrucijada y es absolutamente necesario elegir, pensó dominado por un arrebato de tristeza tan grande que las lágrimas le asomaron a los ojos"(pág.40)."No sabemos si vale o no la pena tratar de colocar los pedazos otra vez en su sitio"(pág. 76).
En estas circunstancias irán avanzando los dos casos. Si bien el supuesto secuestro se irá demostrando un cuento chino -aparecerá una foto del "secuestrado" en un local nocturno de La Habana, en Cuba, rodeado de bellezones-, el caso de la joven se irá complicando con la aparición de Irina Ilic, Katia Lissenko, Sonia Mejerev y Zinaida Gregorenko, bailarinas procedentes de Chelkovo, tatuadas con la misma mariposa y hospedadas durante algún tiempo en el chalet de La Buena Voluntad, dirigidas por los intrigantes Monseñor Pisicchio y el cavalieri Guglielmo Piro, como brazo operativo.
Aparentemente, dicha Asociación, se encarga de buscar trabajo a muchachas muy jóvenes para evitar que caigan en ambientes ambiguos o en el mundo del hampa, pero la cosa no está muy clara. La hermana del sacerdote, Ernestina Vullo, le avisará:"usted ha metido el dedo en un avispero"-pág. 125-
Montalbano es consciente de todas las implicaciones del caso."Pero aquí, en cuanto te mueves para llevar a cabo cualquier investigación, siempre te tropiezas con un honorable diputado, con un cura, con un político o un mafioso que forma una cadena de San Antonio para proteger al probable investigado" (pág. 125).
Una de las afectadas, Katia, protegida por Antonio Dona, será contundente en sus afirmaciones:"Nosotras para ellos, éramos como bestias de carga. Y necesitábamos trabajo para ayudar a nuestras familias, que lo habían vendido todo. Habíamos pasado momentos terribles en Rusia. Nos hacían aprender un poco de baile y nos enviaban a clubes nocturnos italianos. Nuestro grupo era de cuatro, como las alas de la mariposa tatuada" -pág. 208-.
Personajes irrepetibles:
* Fazio, su ayudante, está pletórico en esta novela ("Si Fazio, en lugar de siciliano, hubiera sido ruso, habría hecho carrera en la época del KGB. Quizá hasta llegar a primer ministro, tal como solía ocurrir por aquellos lugares en la época de la democracia" -pág. 187-);
* Pasquano, el forense (era célebre por su mal carácter y tenía especial empeño en ser considerado un hombre imposible, por eso muchas veces se dedicaba a hacer teatro, para conservar la fama);
* Gaspare Leontini (yerno del director Burgio y experto en mariposas);
* Francesco di Noto (con su Ferrari, vestido de Armani, mocasines de marca sin calcetines, Rolex, pulsera, camisa desabrochada que permitía entrever un crucifijo de oro macizo asfixiado por una densa maraña de trepadores pelos negros);
* Ingrid Sjostrom, amiguísima de Montalbano, confidente y cómplice ("cuando una mujer dice que ha habido algo con un hombre, quiere decir que ha habido de todo"-pág. 74- y "bienvenido al club de los pecadores, cabrón -pág. 75-);
* Antonio Dona, el buen cura boxeador, auténtico cristiano entre tanta bazofia ("Envíe también a la cárcel a esos canallas de La Buena Voluntad. Ensucian con sus actos el trabajo limpio de miles de honrados voluntarios" -pág. 211-).
Aspectos Montalbanianos:
* sus cada vez más numerosos paseos al faro para reflexionar;
* sus conversaciones entre Montalbano 1 y Montalbano 2, a punto de la esquizofrenia;
* su predilección por las marinas pintadas por Carlo Carrà ("a punto estuvo de que se le saltaran las lágrimas"- pág.137-);
* sus referencias en esta obra a las empanadas de cerdo y al arroz a la siciliana ("ese en que se notan los sabores del vino, el vinagre, las anchoas saladas, el aceite, el tomate, el zumo de limón, la sal, la guindilla, la mejorana, la albahaca y las aceitunas negras llamadas passuluna" -pág. 156-);
* sus reflexiones existenciales: "Comes, defecas, duermes, lees alguna novela, vas al cine de vez en cuando y listo. No te gusta viajar, no practicas deportes, no tienes ninguna afición y, bien mirado, ni siquiera tienes amigos con quienes pasar unas horas -pág. 179-.
No adelanto nada más salvo la conclusión del protagonista en la página 178:"Un delito imbécil cometido por un imbécil. Pero, por otra parte, ¿cuántos eran los casos de homicidios inteligentes cometidos por personas a las que la cabeza les funcionaba? En toda su carrera, habría podido contarlos con los dedos de una mano. De acuerdo, pero aquél era más imbécil que el término medio".
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