La luz es vida en esta tierra nuestra.
Pasar a "la otra banda" en la barcaza de Cristóbal merece la pena.
Ya en la provincia de Huelva es sano para el corazón un paseíto hasta los fortines.
Símbolo bélico puede llegar a convertirse en elemento reflexivo sobre la condición humana.
Dejarte acariciar por el sol durante dos horitas para evitar quemaduras dolorosas.
De vuelta a Sanlúcar, tapita en un templo gastronómico como "Bigote".
Recomiendo el recogimiento nocturno del Castillo de Santiago.
Y para terminar la noche, rogar al "Señor del Consuelo" - en plena puerta del Ayuntamiento - para que nuestros políticos no sean tan corruptos. SALUD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario