viernes, 17 de abril de 2015
Lectura Recomendada: "Hasta aquí hemos llegado" de Petros Márkaris
Desde el año 2013 no tenía el placer de leer otra obra de Petros Márkaris - véanse en este blog
"Muerte en Estambul", "Defensa cerrada", "El accionista mayoritario", "Noticias de la noche", "Suicidio perfecto" y la Trilogía de la Crisis, cuyo epílogo sería la presente, a saber: "Con el agua al cuello","Liquidación Final" y "Pan, Educación, Libertad".
Tres serán los ejes de la novela que simbolizan el tríptico de la actual vida en Grecia, y que nuestro comisario Jaritos intentará definir con su idolatrado diccionario Dimitrakos: la burocracia, la obstrucción y la ineptitud. "Así es el sector público griego: si te mueres de frío, te quita hasta la camisa, y si sudas la gota gorda, te envuelve en mantas" (pág. 223). Dispondrá de la ayuda inestimable de sus ayudantes Kula, Dermitzakis y Papadakis.
Un grupo autodenominado Griegos de los Años Cincuenta empieza a asesinar personas corruptas de varios ámbitos de la sociedad griega, empleando el mismo arma: un viejo revólver Smith & Wesson, modelo Victory del calibre 38, fabricado al final de la Segunda Guerra Mundial. Eran los revólveres que el ejército americano suministraba a las fuerzas armadas griegas al final de la Guerra Civil.
Al mismo tiempo, Katerina, la hija de Jaritos será atacada por miembros de Amanecer Dorado a las puertas de los Juzgados por su defensa de inmigrantes, en este caso, de dos nigerianos.
Durante toda la novela se palpa la podredumbre moral en la que estamos cayendo las sociedades europea (en general) y griega (en particular). La cita de Isócrates al comienzo del libro no es decorativa:"Llamamos helenos no a los que pertenecen a nuestro linaje, sino a los que participaron de nuestra educación".
Irán siendo asesinados: Andreas Makridis (empresario griego-alemán de energía eólica), Jronis Nikitópulos (ex asesor del Ministerio de Educación y enriquecido con academias privadas), Efstazios Vranás (auténtico "conseguidor" de todas las Administraciones corruptas), Jarálambos Mateos y Yannis Kondópulos (líderes sindicales del sector agrícola, residentes en Kalamata).
Cuando aparezcan hasta once sospechosos (Petros Kola, Stavros, Yeorguiu, Safiris Salafis, Anna,...), resultará difícil juzgarlos. Estarán muy cargados de razones.
"Vranás era un gusano, pero uno de esos gusanos que los griegos necesitan para poder sobrevivir en un estado donde la burocracia alimenta el soborno y éste, la burocracia. Un gusano útil en un Estado inútil" - pág. 145 -.
"Porque nosotros somos los Griegos de los Años Cincuenta, señor comisario. Somos nosotros quienes aceptamos cualquier trabajo que se nos ofrezca, quienes trabajamos sin descanso y siempre conseguimos salir adelante. Lo único que nos asusta es quedarnos sin trabajo y ver sufrir a nuestras familias. Pregunte a sus abuelos y le dirán que ellos hacían lo mismo" (pág. 277).
"En los Balcanes no hay ricos y pobres. Hay pobres y paupérrimos. Nosotros, los albaneses éramos los paupérrimos y os teníamos envidia a vosotros los griegos, que sólo erais pobres. Ahora ya sabemos que los griegos eran muy pobres entonces y que tenían que luchar muy duro para sobrevivir. Pero era cuando los paupérrimos envidiaban a los pobres"(pág. 278).
"Los que creen que vamos a parar, se equivocan. seguiremos matando a los corruptos y los estafadores hasta que volváis a atrás y empecéis de nuevo, pero esta vez hacedlo bien"-pág. 243-.
Personajes imborrables que se asoman en este libro:
* Andy (de Tiflis, Georgia),"Arregla todo. Puertas, ventanas, todo. Sólo hombres no arreglar" - pág. 89 -;
* Meropi Davaki, profesora jubilada de la Academia de Nikitópulos que cuida de su padre, el señor Davakis ("Cada academia es una puñalada en la espalda de la educación pública" - pág.93 -;
* El viejo agricultor Lagurás, de más de noventa años y con una lucidez a prueba de bombas. "Los cabrones no son de izquierdas ni de derechas. Son cabrones" -pág. 210-". "Si Dios existe, desde luego no tiene piedad de mí: permite que siga atormentándome en lugar de mandarme a la tumba" -pág. 211-.
Se harán querer los personajes de siempre, a saber:
* Zisis quien da lecciones de ética cada día ("No permitas que el odio pueda contigo. La obstinación en hacer lo correcto te ayudará. El odio acabará consumiéndote y te llevará por caminos equivocados. El odio. Es un gran seductor, el cabrón" -pág. 22-. "Nuestra educación han sido las bofetadas. No lo que enseñan en las escuelas y universidades, sino lo que se aprende de los golpes que ta da la vida" - pág. 220-.
* Adrianí("La mente femenina es fecunda, hijo mío. Las mujeres no sólo concebimos niños, también ideas" - pág. 106 -.
* Katerina, la solidaria hija de nuestro comisario. "En este país, los políticos castigan a los ciudadanos por los errores que ellos mismos cometieron. Tantos años despilfarrando el dinero a diestra y siniestra, y ahora castigan a la gente por haberse aprovechado de esa situación. Tantos años trayendo y amontonando inmigrantes en Atenas y ahora los castigan los mismos que les trajeron aquí. Todos pagamos por los pecados de los políticos y ellos dicen que lo hacen para salvarnos"- pág. 153 -.
* Uli, el próximo marido de Mañas y que tendrá una labor fundamental como traductor de las cartas escritas en alemán a un tal Franz (cuando come lo que prepara Adrianí, se olvida de sus modales alemanes. Primero se lanza directo al plato y luego no para de mojar pan en la salsa).
* Pródomos, padre de Fanis que será quien pronuncie el "Hasta aquí hemos llegado" - pág. 261 - del título. "Entonces me dí cuenta de que podía volver perfectamente a Volos sin miedo a nada" -pág. 265-.
Y para terminar, las lúcidas reflexiones de nuestro comisario Jaritos:
* "En Grecia hacemos frente a las crisis con el descontrol" (pág. 37);
* "Por lo general, los que progresan en el sector público griego pertenecen al grupo que va de los estúpidos a los mediocres. Si eres inteligente pero no tienes enchufes, eres víctima de una contradicción: lo pillas todo al vuelo, pero avanzas como un caracol" - pág. 96 -.
* "En aquella época pertenecer a una familia de izquierdas era como haber nacido con el síndrome de Down, era una enfermedad incurable" - pág. 125 -;
* "Los ataques (de Amanecer Dorado) cumplen también este propósito: aterrorizar a todos, no sólo a las víctimas directas" -pág. 215-.
No creo conveniente dar más pistas. Lean el libro y disfrutarán. SALUD.
P.D. Quizás el mejor epílogo podría ser el pensamiento de las páginas 248 y 249: "Ahora entiendo cuál es la diferencia entre los alemanes y los griegos en lo que se refiere al trabajo. Los alemanes mantienen una relación amorosa con su trabajo, los griegos, por el contario, lo viven como una maldición. Como si Dios los hubiera condenado a pasarse la vida trabajando".
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