domingo, 25 de enero de 2015
El TODO en una simple y elegante ecuación
Excepcional película sobre la vida de Stephen Hawking ( gloriosa y apoteósica interpretación de Eddie Redmayne ) a partir de una obra de su primera mujer, Jane ( maravillosa Felicity Jones ). Me ha hecho llorar por la capacidad de amar, de esta enamorada de la poesía medieval española. Ella es fortaleza, coraje, fe, entrega, templanza, sabiduría. Ejemplo inolvidable de amor.
Me ha hecho valorar la suerte que tengo de disponer de salud frente a otros seres humanos cuyo bienestar requiere cuidados intensivos - resulta penosa, brutal, triste el desarrollo de la ELA, esclerosis lateral amiotrófica -, y lo bien que lo soportan con un más que admirable sentido del humor.
Me ha llevado a la humildad del reconocimiento de mis limitaciones, y a captar que esa simple y elegante ecuación - que tanto ansía encontrar Hawking - está muy lejos de nuestra ceguera actual como sociedad. No valen los intereses creados, ni los dogmatismos entre religión y ciencia, sólo amor y tiempo. ¿Alguien hubiera apostado por ver a nuestro protagonista como padre de familia numerosa cuando le han dado dos años de vida? ¿Quién hubiera imaginado a Stephen Hawking después de veinticinco años con un nuevo amor y que tanta alegría le proporcionaba a cada segundo? Seguimos en esta vida con las mismas preguntas eternas de siempre. ¿Cómo resolver las tres preguntas kantianas de qué puedo saber, qué debo hacer y qué me está permitido esperar? En definitiva, ¿qué es el hombre? Cada cual escogerá su camino mientras la ciencia intenta descifrar ese inicio del TODO.
Esta magnífica película de James Marsh apunta hacia el interior del ser humano - al microcosmos del corazón y el camino hacia la felicidad -, pero también hacia el inmenso espacio exterior - macrocosmos del universo y el principio de los principios-. La banda sonora de Johann Johansson, soberbia y acorde a los momentos vividos.
Momentos inolvidables:
* La charla entre el padre de Stephen y Jane donde saben que la ELA será una derrota dolorosa y terrorífica que tendrán que asumir;
* El beso de la joven pareja enamorada al final de la fiesta universitaria;
* La caída en el patio de la Universidad de Cambridge cuando la esclerosis deja noqueado a Stephen;
* La incapacidad de subir las escaleras con su hijo casi bebé observándolo;
* Las sonrisas picaronas, ante la revista erótica Penthouse, entre Stephen y su cuidadora (y posterior segunda mujer);
* La colocación -por parte de sus amigos- de Hawking en los brazos de una estatua gigante;
* La fuerza y lucha simbólicas de la partida de cricket contra Jane;
* El matrimonio orgulloso viendo a sus hijos correr por los jardines del Palacio Real después de rechazar el título de Caballero de la reina ("ésta sí que es nuestra mejor obra");
* El "insight" del fuego reflejado en sus ojos mientras no podía bajarse el chaleco;
* Las secuencias visualmente atractivas de los fuegos artificiales, la nube de nata sobre el café, ..., que nos plantean dilemas de ese TODO UNIVERSAL.
Finalizo: una historia de superación contra las adversidades, de la que todos deberíamos aprender. Y de paso releer "Breve historia del tiempo". SALUD.
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