Dolores Redondo, después de la extraordinaria
"El guardián invisible", nos regala esta segunda obra de la Trilogía del Baztán".
El juicio contra el padrastro de la joven Johana Márquez está punto de comenzar. A él asiste una embarazada Amaia Salazar, la inspectora de la Policía Foral que un año atrás había resuelto los crímenes del llamado basajaun, que sembraron de terror el valle del Baztán. Amaia también había reunido las pruebas inculpatorias contra Jasón Medina, que imitando el modus operandi del basajaun había asesinado, violado y mutilado a Johana, la adolescente hija de su mujer. De pronto, el juez anuncia que el juicio debe cancelarse: el acusado acaba de suicidarse en los baños del juzgado.
Ante la expectación y el enfado que la noticia provoca entre los asistentes, Amaia es reclamada por la policía: el acusado ha dejado una nota suicida dirigida a la inspectora, una nota que contiene un escueto e inquietante:"Tarttalo".
Esa sola palabra que remite al personaje fabuloso del imaginario popular vasco destapará una trama terrorífica que envuelve a la inspectora hasta un trepidante final. En todos los casos, las víctimas sufrirán la misma amputación post mórtem; en todos, sus asesinos se suicidarán y en todos dejarán la misma firma: "TARTTALO".
Serán protagonistas de la obra:
* la codicia (ese afán sin límite por conseguir lo que se anhela, en cuyo germen está el deseo, desear lo que vemos y no es nuestro, pero que se pervierte en el anhelo de privar al otro de aquello que queremos);
* la mente ("Un buen detective de homicidios no tiene una mente simple, y sus procesos mentales no pueden serlo. Pasas muchas horas intentando comprender la mente de un asesino, cómo piensa, qué desea, cómo siente"-página 40-);
* la lucha ("Lo que quiero decirte es que hay batallas que están perdidas antes de empezar, que a veces es mejor no luchar hoy para luchar mañana, que es muy valiente y loable pelear por lo que uno cree, por la justicia de cualquier clase pero hay que saber distinguir, porque cuando te encuentras con la intolerancia, el fanatismo o la estupidez, lo mejor es retirarse, quitarse de en medio y guardar tus energías para una causa que lo merezca"- pág. 195 -);
* el miedo ("El miedo era un viejo vampiro que se cernía sobre su cama mientras dormía, oculto en las sombras, y que llenaba de horribles presencias sus sueños" -página 32-);
* su bebé Ibai ("el río") y el amor materno ("La única manera en la que una madre puede dañar a sus hijos es con su falta de amor. Ya puede darle todo, los cuidados, nutrirle y vestirle, proporcionarle educación; si el pequeño no recibe amor, crecerá emocionalmente disminuido y con un concepto del amor enfermizo que no le permitirá ser feliz" - pág. 443);
* los agotes (grupo humano que llegaron a Navarra a través del Pirineo, huyendo de guerras, hambrunas, peste y persecuciones religiosas durante el Medievo);
* el mairu-beso (brazo del esqueleto de un niño que no había sido bautizado);
* el padre Sarasola (agregado del Vaticano para la defensa de la fe);
* Beñat Zaldúa ("vivía la injusticia más enconada, la del desprecio del padre, la de la muerte de la madre, la de la soledad de la mente brillante"-pág. 192-);
* el mal ("El mal está dominado por su propia naturaleza" - pág. 457).
Pero Amaia, con su inteligencia y sexto sentido, sabrá que en una investigación de un asesino en serie, la discordancia da la clave y el principio da el origen, y en todo origen subyace el fondo de su fin. SALUD.
P.D. En cuanto salga la última parte de la trilogía, "Ofrenda a la tormenta", la compraré. La lealtad tiene una corazón tranquilo.
