miércoles, 12 de febrero de 2014

Lectura Recomendada: "Rayuela" de Julio Cortázar


Llevaba muchos años con la asignatura pendiente de leer esta obra. La compré aprovechando la feria del libro de A Coruña en agosto pasado, en el stand de la Librería Pedreira. Cumplíamos cincuenta años la obra y un servidor. ¿Qué mejor ocasión?
Libro original desde el principio. tendrá un tablero de dirección que ofrecerá varias posibilidades de lectura. Las principales son dos, a saber:
* la forma corriente, terminando en el capítulo 56 ("el lector prescindirá sin remordimientos de lo que sigue"); o,
* la otra, empezando por el capítulo 73 y siguiendo luego en el orden que se indica al pie de cada capítulo.
Opté, sin duda, por esta última alternativa. Y resultó simpático y nuevo, pasar páginas hacia adelante y hacia atrás. En este aspecto, es un libro único. Esta ha sido la combinación mágica de capítulos:
73-1-2-116-3-84-71-5-81-74-6-7-8-93-68-9-104-10-65-11-136-12-106-13-115-14-114-117-15-120-16-137-17-97-18-153-19-90-20-126-21-79-22-62-23-124-128-24-134-25-141-60-26-109-27-28-130-151-152-143-100-76-101-144-92-103-108-64-155-123-145-122-112-154-85-150-95-146-29-107-113-30-57-70-147-31-32-132-61- 33-67-83-142-34 (prodigioso capítulo donde deben de leerse los renglones impares con los impares y los pares con los pares)-87-105- 96-94-91-82-99-35-121-36-37-98-38-39-86-78-40-59-41-148-42-75-43-125-44-102-45-80-46-47-110-48-111 (preciosa historia de Carlos Gardel e Ivonne Guitry)- 49-118-50-119-51-69 (de cachondeo ortográfico provocador)- 52-89-53- 66-149- 54-129-139-133 (alucinante y cómica propuesta para un mundo nuevo)- 140-138-127-56-135-63-88-72-77-131-58-131.

Cortázar, un argentino afrancesado (horror,horror página 108) nos hace vivenciar París de modo sublime. Porque en el fondo, París, es una enorme metáfora. "No hay nada de autobiográfico en ese libro (salvo episodios de mis primeros dos años en París) pero en cambio he puesto todo lo que siento frente a este fracaso total que es el hombre de Occidente".
La segunda ciudad protagonista en Rayuela, Buenos Aires, no lleva al éxtasis parisino, y la historia parece decaer. Pero es una falsa sensación. Es más densa y se acerca más al centro precisamente porque todo el artificio intelectual ha quedado atrás y está frente a una realidad que sólo cede sus llaves al humor, a la burla, a esa depravada ironía que es en el fondo lo más valioso que nos queda después de asimilar una cultura. 
Lo hará a través su protagonista: Quinto Horacio Oliveira. Buscará insaciablemente "ríos metafísicos"y vivirá historias de amor y sexo con sus dos amantes: la Maga ( muy triste la muerte de su hijito Rocamadour) y Pola. A ellas habrán que unir los amigos de vivencias: Gregorovius, Ossip, Ronald, Etienne, Wong, Babs, Perico,... Mención aparte tendrá el excéntrico y moribundo escritor, Morelli, "filósofo extraordinario aunque sumamente bruto a veces"(pág. 468).
"En Buenos Aires, Horacio es más auténtico porque se ha entregado a su destino. Ya no se habla de budismo Zen ni se cita a Heráclito. Literariamente, la situación es más noble, más humana, menos pedante". 
Y con un riguroso método basado en "la ironía, la autocrítica incesante, la incongruencia y con la imaginación al servicio de nadie"(página 422). Se arriesga a proponer "Rayuela" como la antítesis de "La montaña mágica" de T. Mann. Ahí es nada: la ANTINOVELA. "Sólo viviendo absurdamente se podría romper alguna vez este absurdo infinito" (página 117).
"A todo el mundo le pasa igual, la estatua de Jano es un despilfarro inútil, en realidad después de los cuarenta la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás"(página 108).
Julio Cortázar lo que desea sobre todas las cosas, son lectores cómplices. Sin ellos, él no puede existir.
Papel principal de esta obra tiene el lenguaje, el verbo. "Lenguaje quiere decir residencia en una realidad, vivencia en una realidad"(pág. 470)."La idea es que la realidad, aceptes la de la Santa Sede, la de René Char o la de Oppenheimer, es siempre una realidad convencional, incompleta y parcelada"(pág. 475).
"La violación del hombre por la palabra, la soberbia venganza del verbo contra su padre, llenaban de amarga desconfianza toda meditación de Oliveira, forzado a valerse del propio enemigo para abrirse paso hasta un punto en que quizá pudiera licenciarlo y seguir -¿cómo y con qué medios, en qué noche blanca o en qué tenebroso día? - hasta una reconciliación total consigo mismo y con la realidad que habitaba"(página 96).
"Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara se borra poco a poco como en las viejas fotos y Jano es de golpe cualquiera de nosotros"(página 111).
"Vanidad de creer que comprendemos las obras del tiempo: él entierra sus muertos y guarda las llaves"(pág. 488).
"Soñando nos es dado ejercitar gratis nuestra aptitud para la locura. Sospechamos al mismo tiempo que toda locura es un sueño que se fija. Sabiduría del pueblo:"Es un pobre loco, un soñador,..."(pág. 426).
"¿ De qué sirve saber o creer saber que cada camino es falso si no lo caminamos con un propósito que ya no sea el camino mismo?"(pág. 315).
"Me río de una honradez sospechosa que tantas veces sirvió para la desgracia propia o ajena, mientras por debajo las traiciones y las deshonestidades tejían sus telas de araña sin que pudiera impedirlo, simplemente consintiendo que otros, delante de mí, fueran traidores o deshonestos sin que yo hiciera nada por impedirlo, doblemente culpable"(pág. 560).
En resumidas cuentas, seiscientas páginas de provocadora literatura para un mundo caído en desgracia. Ya nada será igual.

P.D. Como anécdota, me hizo gracia que se mencione, en varias ocasiones,  a Jerez de la Frontera en este libro tan peculiar."Un día, en Jerez de la Frontera, oí un cañonazo a veinte metros y descubrí otro sentido del silencio"(pág. 588)(pág. 212). Termino con una sentencia del propio Cortázar:"El fondo de un hombre es el uso que haga de su libertad". SALUD.

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