miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lectura Recomendada: "Ébora" de Xosé Carlos Caneiro

 
Este es el libro más divertido que he leído durante el año 2012. Ojalá nunca se hubiera terminado. Desde el Macondo de García Márquez o el Yoknapatawpha de Faulkner, no había vivido en un pueblo tan especial como Ébora. Coinciden en que son patrias que sólo pueden existir en el corazón.
Fue una recomendación de mi amada Celia, a quien tengo que volver a felicitar - su primer libro recomendado fue" Bomarzo" de Manuel Mujica Láinez -. Serán libros inolvidables para toda la vida.
Esta novela sirve para huir del mundo, para encontrarle un sentido o, quizá, para saber que el mundo no tiene sentido alguno.
 "Ébora semejaba un abismo, un accidente geográfico en medio de la planicie inexacta y triste de la posguerra. El abismo que, pérfido, produce una doble y traidora sensación: atrae, refracta, Sin saber el porqué"(página 78). "Ébora, novela, veinticuatro capítulos y un último que engloba tiempos y espacios en una astral conjunción benévola. Veinticuatro capítulos que tal vez quisieran ser los veinticuatro cantos de la Odisea que Homero había construido, la odisea de la vida, el paraíso de Ítaca aguardando. Ébora tal vez" (453).
Y entre los ejes de referencia, principalmente, el amor:"Lo único que realmente merece la pena es el amor, y ni la Santísima Trinidad, ni Dios, ni Alá, ni el destino, tienen tanto poder como ese mal del diablo"(210).
También, la pasión por la creación de palabras - nunca leí un libro con tantísimos e incontinentes adjetivos seguidos, sin separación por comas, licencia que se toma el autor -. La estupidez humana que pende sobre el planeta como una "enfermedad contagiosa, contaminante, peligrosísima"(449). El respeto por los animales y todas las formas de vida - los plenos del ayuntamiento con los animales por medio resultan aleccionadores -. El mar de Ébora - relleno de sal gaditana -. En fin, no adelanto más.
Primera mención de habitantes del pueblo: Libardino Romero (protagonista principal), Saladina Ferrer (la maestra), Tintoreto (el pintor sepulturero), Señorita Pura (madre de Libardino), Milín (amigo de infancia y subdirector de la empresa en la que trabaja Libardino), Demetrio Francés (alcalde), la Romana (tendera, madre de Milín), Toñicas (hijo de Demetrio), Don Blas (el cura trinitario), Susano Cabral (el manco enamorado), la tía Joaquina ( madre del cantador de boleros Guantanamera), la doctora González, Tomás Romero el rabito (torero, padre de Libardino).
"El progreso imparable de la estupidez es el signo evidente de que los Macondos sólo pueden existir en el corazón de los soñadores"(85). Xosé Carlos se muestra muy lúcido con su concepto de hecticismo cultural:" viene a significar tisis cerebral, vacío absoluto, mediocridad, el progreso imparable de la estupidez"(103). Porque Ébora era un pueblo de gente poco normal: "unos dados a la bebida, otros, al desvarío constante, otros, a no hacer nada y ser felices en ese estado de perpetua contemplación - estado permanente de fracaso, bien pudiera definirse así -, otros discutían sobre ángeles y demonios, otros respondían en francés, otros, por exceso de alma, poseían un peso desmedido.ÉBORA. UNA MARAVILLA" (157).
Segunda mención de habitantes y personajes de la novela: Suceso (el perro más listo del mundo), Policarpo y Ernestina Montoya (vendedores ambulantes y cinéfilos), Priorato (el padre del alcalde), Aurelio Arias (policía encargado del caso), Sacarino (ordenanzas novelista), Hortensia (la mujer del alcalde), Herminio Parente (conductor de autobuses y escritor), Leopoldo (maestro expedientado) y con quien coincido en muchos aspectos, sobre todo, en su crítica al sistema educativo: "Un sistema que fabricaba hombres y mujeres clónicos que paseasen su indiferencia ante los prodigios del destino, del arte, de la muerte, del amor, de la soledad, esas realidades e irrealidades que obturan y penetran nuestra vida"(175). "Todo empleado inserto en una jerarquía tiende a ascender hasta el límite de su incompetencia"(201)."La vida es una brutal guerra en contra de nosotros mismos. En contra de la muerte, del vacío, de la finitud de la existencia"(260)." En el vino podría reposar la esencia de todos los enigmas del hombre, de la mujer, los arcanos que nos limitan y procrean"(264).
Última mención de más personajes: Matilde Sánchez Grande (la mandona e insoportable esposa de Libardino ), el ruidoso carnicero vecino, María Rosa (amor del policía), Abelardo (padre de Rosa), el Gordo fascista de la gasolinera, su ayudante, Mefisto (siempre acompañado de su misteriosa maleta roja), San Benito, la pandilla de Juanito, Ferro y Pitagol. Certeras referencias a la música de Lester Young y de Amália Rodrigues, porque "tal vez el lugar más insospechado, el más insospechado rostro, el más insospechado objeto lleva en su interior un trozo de nosotros mismos"(278)."La muerte es el fin. Sólo eso. Y todos los locos del mundo saben que la muerte no es principio, ni inicio, ni inauguración de un vivir más próspero. La muerte es nada. La Nada. Sólo la maldita ruin vacía Nada"(300). "Quizá no resulte tan complejo ser feliz. Lo único preciso es no hacerse demasiadas preguntas, no reflexionar en exceso, abrir los sentidos como Sésamo abría sus puertas, y tragar, una mil cien mil veces, tragar la pena, la pena de tener que morir, la pena de ir miriéndonos, día a día, constante, ciegamente" (389). "¿Sabéis que en alguna de las lenguas de los mayas para decir te quiero dicen "me dueles en mi pecho"?(410).
Termino con palabras del propio Xosé Carlos :"Vieron el fin de sus días contemplando el azul del cielo, del mar de amor rendido, el mar de Ébora que los vio pasear juntos, como la Señorita Pura y el Tintoreto, como Demetrio Francés y Joaquina, como tantos que compartían horas y minutos y caricias en aquel territorio de sueños y ficción, acotado. Ébora"(448).

P.D. VIVIR LOCO Y MORIR CUERDO, NO PUEDE EXISTIR MAYOR TRIUNFO NI MÁS GRANDE VIRTUD. "En Ébora. Donde el viento sabe a limón y tango y despedida" (453). Obra imprescindible para llenarte de buen ánimo y seguir viviendo. SALUD.

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