miércoles, 11 de julio de 2012

Maravilla cercana : el faro de Chipiona


Tenemos una maravilla muy cerca de Sanlúcar: el faro de Chipiona. Os dejo la información que recogí en la visita que hicimos ayer - ampliada en wikimapia -. Ideal para los niños y niñas que nada más entrar en el patio interior, empiezan a jugar con la tortuguita de la fuente. SALUD.

" El Faro de Chipiona es el más alto de España y uno de los más altos de Europa; su altura aproximada desde la base es de 69 metros y para llegar hasta la linterna hay que subir 322 escalones.
Su historia es tan antigua como la navegación, puesto que este sistema de señales que en principio se hacía con fuegos es de vital importancia para la orientación en la mar durante la noche.

El faro fue construido bajo la dirección de ingeniero Font, que inició los trabajos en 1863 y finalizó el día 28 de noviembre de 1867, día en el que funcionó por primera vez, lanzando destellos de luz blanca hasta una distancia de 23 millas.

Está situado en la desembocadura del Guadalquivir, en la costa de Chipiona sobre la restinga llamada del Perro. Es faro de primer orden. Las señales que emite nuestro faro así como la que produce la baliza de Salmedina señalan la Punta del Perro y el arrecife de Salmedina y orientan a los marinos que pretenden embocar la entrada del río Guadalquivir.

 Tiene 322 escalones y alcanza alrededor de 30 millas náuticas (unos 60 Km), según nos explicó el técnico de Señales Marítimas encargado del faro, o más comúnmente llamado farero, Septimio Andrés Domínguez, que controla el faro junto a un equipo de tres personas.

En la planta baja del faro se encuentra el centro de control que chequea el funcionamiento del faro y ,sirve para avisar de cómo está el balizamiento desde Chipiona hasta Sevilla, balizamiento que, poco a poco, se está monitorizando para que todas las señales queden recogidas y automatizadas, también se recoge información del estado de la mar, las mareas, el oleaje... Estos datos se transmiten por radio hasta este centro de control, desde donde se envían a Madrid, donde son procesados y metidos en una página de Internet con el estado de la mar en toda España. En el monitor de mareas se pueden ver hasta las consecuencias del efecto invernadero, porque el nivel del mar ha subido un par de centímetros, ya que se registra constantemente y el Instituto Oceanográfico de Madrid compara los datos.

El Faro de Chipiona es un faro de recalada, hacia los que hay que dirigirse, frente a los de peligro que hay que dejar pasar porque indican zonas de rocas o un punto de la costa, etc... Por ello la embarcación que quiera llegar a Sevilla por el Guadalquivir tendrá que buscar el Faro de Chipiona. Los faros son para navegación de largo alcance, a partir de doce millas náuticas. Para distancias inferiores se utilizan las balizas de tierra o las boyas para llegar a la costa, como la de Salmedina o la del Perro o la del Picacho. Los faros de recalada tienen un destello cada diez segundos, los tres exactamente iguales. Los de peligro tienen otro código de luces diferente. Ahora la luz del faro, aunque sigue siendo luz blanca, tiene una tonalidad diferente, la de antes era más amarillenta, pero eso lo nota el que lo ve desde cerca, según nos explica el farero, "el que lo ve desde el mar no nota la diferencia, sólo ve una luz blanca ". Antes la bombilla era de filamento incandescente, lo que le da la tonalidad amarillenta anaranjada; al meterle gases da luz blanca y si se intenta que dé una luz más fuerte, da una luz más azulada, "pero sólo desde cerca ", insiste. Por este cambio se ha tenido que cambiar todo el cuadro del faro porque se ha tenido que cambiar la lámpara, que no puede ser cualquier lámpara, tiene que tener el filamento en vertical y que emita la luz en 360º. La nueva lámpara se ve casi tres veces más que la anterior y es para lo que realmente se diseñó en su día este faro, con una lente tan grande y tanta altura, ya que 25 millas se consiguen con "" farito de nada, con 12 metros de alto "", ahora se alcanzan las 30 millas, alrededor de 60 kilómetros.

El funcionamiento del faro es automático y cuando hay poca luz en la calle se enciende solo. Pero para cuando se funde la bombilla no se apague, tiene otra y, por medio de un automatismo, se enciende. Si se va la luz entra en funcionamiento un grupo electrógeno, pero para que la lámpara no se entere del corte de luz, hay unas baterías que convierten la tensión de red. Además, ahora, no se apaga la lámpara hasta que arranca el grupo electrógeno, ahora hay un cuadro nuevo con automatismos. Además, para realizar el giro de las lentes tiene un motor con un mecanismo que detecta que si falla hace que entre otro. Ésa es precisamente la labor del farero, automatizar todo el sistema y todo el balizamiento del Guadalquivir así como controlar todo el río desde Chipiona hasta Sevilla. Las labores del farero como tradicionalmente se ha conocido han cambiado bastante, de hecho Septimio Andrés no tiene que subir arriba del faro prácticamente para nada.

La lente se cambió en 1950 y desde entonces se ha mantenido. El faro antiguo tenía una lente que hacía que se viese casi tanto como el actual, porque tenía una lente más grande que concentraba más la luz y aunque la lámpara no era tan potente conseguía ese efecto. Después el faro se hizo aeromarítimo, lo cual lo pagaron los americanos de la Base Naval de Rota.

En verano se puede visitar el faro en grupos de quince personas, los martes y los jueves, en turnos de 11, 11:45 y 12:30. Pero las visitas están muy controladas para que no pase nada y no afecte al funcionamiento de este importante faro. Llamen al 956929065". 

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