lunes, 11 de octubre de 2010
Lectura Recomendada: "Algo va mal" de Tony Judt.
El británico Tony Judt (Londres, 1948) en 220 páginas nos refresca la memoria de los últimos treinta años en Europa, Estados Unidos, y el mundo en general.
Una introducción (Guía para perplejos), seis capítulos (Cómo vivimos ahora, El mundo que hemos perdido, La insoportable levedad de la política, ¿Adiós a todo esto?, ¿Qué hacer? y ¿Qué nos reserva el porvenir?), más una conclusión (Qué pervive y qué ha muerto en la socialdemocracia) componen el libro.
El título no puede ser más evidente: "algo (yo diría mucho) va mal". Sólo hace falta echar una mirada al mundo. "Hay algo profundamente erróneo en la forma en que vivimos hoy". Nunca el egoísmo había alcanzado tales cotas. Existe una admiración inaudita y acrítica hacia los mercados no regulados, un desprecio por el sector público galopante, una ilusión por el crecimiento infinito, una búsqueda del beneficio material, "hasta el punto de que eso es todo lo que queda de nuestro sentido de un propósito colectivo".
Judt nos desafía a oponernos a los males de nuestra sociedad y a afrontar nuestra responsabilidad sobre el mundo en que vivimos. Hemos entrado en una era de inseguridad: económica, física, política. El hecho de que apenas seamos conscientes de ello no es un consuelo: en 1914 pocos predijeron el completo colapso de su mundo y las catástrofes económicas y políticas que lo siguieron. La inseguridad engrenda miedo. Y el miedo -al cambio, a la decadencia, a los extraños y a un mundo ajeno- está corroyendo la confianza y la interdependencia en que se basan las sociedades civiles.
Judt ve al pensamiento socialdemócrata - con sus muchos errores en el pasado, sin ser ideal -como "la mejor de las opciones que tenemos hoy", reivindicando que no se pierda el "Estado del Bienestar", fruto del esfuerzo de aquellos que vivieron antes que nosotros. Somos los afortunados beneficiarios de una transformación durante todo el siglo XX (en derechos, instituciones, legislación y servicios) cuya magnitud e impacto no tiene precedente. HAY MUCHO QUE DEFENDER.
Termino con las palabras de Antonio Muñoz Molina, certeras plenamente, sobre esta obra:"Un valeroso manifiesto: una declaración de principios progresistas, una vindicación de la legitimidad de lo público y de lo universal como valores de la izquierda".
No te cuento más, LÉELO.SALUD.
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