Famosa como pocas, no había leído aún esta obra de Jack Kerouac. Quizás porque murió con mi edad actual (47 años) , quizás por su energía vital, quizás porque necesito alimentarme de su espíritu de libertad, llegó el momento. No me ha decepcionado. De rápida lectura, consigue que añores las “juergas juveniles” y el “vivir rabiosamente la vida”.
“En el camino” fue su segunda obra, escrita a lo largo de tres semanas de 1951 en un largo rollo de papel de teletipo. Nada más regresar de sus viajes por los Estados Unidos, acompañando a una serie de amigos que inaugurarían la generación beat (este libro se terminará convirtiendo en la biblia y manifiesto de dicha generación ), transcribió sus experiencias con un estilo similar a la escritura automática, muy veloz , sin pararse a pensar las palabras, sino escribiendo directamente como le venía a la cabeza.
Durante los cinco viajes de costa a costa, y, del centro al sur (cerca de veinticinco mil kilómetros) , late su filosofía de vida. Casi todos los personajes (Sal, Dean, Ed Dunkel, Carlo, Stan…) coinciden. Ante cualquier calamidad, siempre aparece su: “Pero no nos importaba: la carretera es la vida”(página 252).Este epicureísmo – no exento de estoicismo- resulta, en estos años de marasmo social del siglo XXI, demoledor. “Era notable hasta que punto Dean podía volverse loco y a continuación sondear su alma (que a mi juicio está arropada por un coche rápido, una costa a la que llegar y una mujer al final de la carretera)…”(pág. 275).
Dean Moriarty ( Neal Cassady en la vida real), el mítico hipster, el héroe de todos los beatniks,lector de Proust,"un demente, un ángel, un pordiosero", y el narrador, Sal Paradise (el propio Jack Kerouac ), centralizan gran parte de la obra que retrata a una América subterránea, auténtica y desinhibida.
El jazz ( Charlie Parker, Roy Eldridge, Lester Young,Duke Ellington…), el alcohol( cervezas y whiskey), otras drogas ("marijuana" sobre todo), el Cadillac como símbolo norteamericano, los vagabundos, la policía de los diversos estados, las estaciones de autobuses y de ferrocarriles, el hacer autostop, las cárceles, el suave y dulce Este, el enorme y seco Oeste,el mágico Sur…, desfilan por estas páginas que te ayudan a plantearte la vida insípida y unidimensional que llevamos, creyendo que no hay nada diferente.
La chica que aparece en la página 289 es sintomática (…”sus grandes ojos negros me miraron vacíos y con una especie de tristeza que se remontaba a generaciones y generaciones de gente que no había hecho lo que estaba pidiendo a gritos que debía de hacer…sea lo que sea, aunque todo el mundo sabe lo que es”.-¿Qué esperas de la vida?- añadí, queriendo sonsacarla; pero no tenía la más ligera idea de lo que quería o esperaba”. ¿Cuántas existencias naufragan sin consumar ese algo de sentido propio?
P.D. Recomiendo mapas físicos de los Estados Unidos- México, y seguir los cinco viajes, paso a paso. Merece la pena por lo que se aprende de geografía. Inténtenlo. Anécdota: en la página 332 se menciona a Cádiz.Salud.
