Una vez que se confirma el cobro de los primeros 600 euros por parte del personal que firmó su adhesión al Programa de Calidad de la Junta de Andalucía, procede reflexionar si en plena época de crísis económica se debe regalar por firmar un documento – no hay mayor diferencia entre los cobrantes y los no cobrantes en un centro (lo digo por experiencia propia de mi centro de trabajo, La Dehesilla) los susodichos 600 euros.
Cualquier familia que esté necesitada y pase apuros para llegar a final de mes, no comprenderá cómo la Administración Educativa Andaluza ( con dinero público que sale de nuestros impuestos ) ha perpetrado semejante despilfarro. No han esperado siquiera a que las Pruebas de Diagnóstico “cubrieran de apariencia dicho pago”. Querían adeptos bien pagados y punto. Enhorabuena.
Pronto, los colegios se verán rodeados de muchas necesidades perentorias que imposibilitan un normal desarrollo de la actividad educativa. Pero la Administración dirá que no tiene dinero. Cuando los niños han de sufrir las calamidades nunca hay dinero.
El Informe Anual del Defensor del Pueblo ( Área de Educación) demostrará los incumplimientos sistemáticos de nuestros dirigentes en las respectivas Delegaciones Provinciales de Educación. Será el cuento de nunca acabar, de que todo siga igual mientras ellos cobren a final de mes y mantengan sus privilegios.
Termino, repitiéndome: esto es el caos que no cesa. ¿Cuándo se dará cuenta el pueblo de en qué manos políticas estamos? Salud, Bien y Paz.
Hallo Klemens,
ResponderEliminarque bien verte activo. Sobre el tema, que la verdad no sé si ese es el camino ya. No es por intentar desalentarte, promesa. Es que simplemente las últimas semanas me han llenado de datos, y como que no estoy para estar en primera línea, ni en segunda. Dónde estoy, ni idea, pero desde aquí veo a un montón de gente que abrazó una promesa, y ahora obtienen lo que les fue prometido. Por eso votaron, y no sobre la conciencia del político nefasto y neocon bicéfalo de turno, sino sobre cada uno de esos votantes recae la responsabilidad.
Ya. Eso suena fatal. Pero hay que ser congruente. Mientras la población no aprenda a castigarse a si misma, no podrá descargar su ira sobre 'los responsables', que también lo son, claro está. Pero no en exclusiva, que eso no cuela, ni funciona. Porque 'ese' se va a ocupar otra plaza, y el 'siguiente' lo hará peor. Nunca les tocaremos, están compartimentados en un búnker de absoluta seguridad e impunidad.
Pero otro gallo canta para las y los que le hacemos el trabajo sucio, y ya no sólo en el caso que te ocupa. Nosotros sí que no tenemos seguridad de nada, ni nadie se va a ocupar de nosotros, tan pronto que resulte que una u otra 'diligente agachada de traseros' nos haya salido rana.
Somos plenamente responsables TODOS de lo que ocurra a esta sociedad, y lo somos a nivel individual como mundial y colectivo.
Todos pagaremos ese alto precio de no haber luchado, de haber luchado poco, de haber luchado... pero insuficientemente siempre.
Tú, yo, los que cobran los 600, los que no los cobran, el vecino del quinto, la abuela de enfrente, el agricultor con sus fardos, el pescador con sus fardos, el ministro con sus fardos, etc. Todos. Todos habremos llegado tarde, y ese día en que nos volvamos TODOS conscientes de que es tarde, que hemos sido insuficientes perdedores de la lucha por la humanidad, ese día no está muy lejos.
Observo con tristeza que tantas y tantas mentes brillantes, absolutamente extraordinarias, no hemos sido capaces de parar absolutamente nada. Por el otro lado me alegra, porque esa locura ha llegado a un punto, en el que un avance significativo en pro de una normalización de la situación humana, me haría sospechar de no formar parte de la misma humanidad enloquecida.
Ahí los tienes. Gobiernos, multinacionales, empresas de defensa y militares, unidos para acabar definitivamente con todo. Un despilfarro a nivel mundial, que hace que ni sesenta millones al año para cada profesor se notarían en esa nota de gastos que NADIE pagará, salvo TODA la humanidad y seres vivos.
Si yo fuese creyente practicante, me encomendaría a Dios, o al dios que conforme el puesto de máximo redentor en cada religión. Eso como mínimo, y con asidua regularidad.
No lo soy. Creo en mi, creo en la humanidad, creo en el universo, y que todo esto de aquí es una locura, un proceso que nos está afectando, y cuya causa o bien la descubrimos pronto, o pronto habrá acabado con todos nosotros.
Disfruto de alguna forma estos días tan 'normales', en los que aún podemos salir a la calle, a sentir el aire, poder pillar un poco de sol, escuchar las risas de los niños, y en general meterme un chute de 'realidad' tan ensoñadora como falsa. Ya, sé que es falsa, pero también es la belleza falsa que a uno le puede relajar un ratito, más teniendo en cuenta que mis ratitos son como la galleta al final de una semana de ayuno de un monje.
No sé lo que va a pasar, mein lieber Freund und alma pareja. Ni idea. No me da miedo, pero la verdad, preferiría que encontrasemos la solución antes de que ocurra.
Ganas de verte, pisha.
En cuanto a tus colegas, diría que no se preocupen por lo que hacen. Les daría millones si con eso estuviéramos sólo un milímetro más cerca de salvar a este mundo y especie en grave peligro de extinción.
Abrazos, hermanito
Miguel
Hola GRAN MAESTRO DE LA RESISTENCIA: me alegro que visites mi blog.Gracias por tus palabras.No sé el porqué de mi escrito sabiendo que no va a valer para nada, pero en fín...
ResponderEliminarOjalá la banda del Coto Doñana se vea pronto.
Un fuerte abrazo, Clemente.