"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

miércoles, 1 de febrero de 2017

Lectura Recomendada: "Ceguera Moral" de Zygmunt Bauman y Leonidas Donskis

La muerte - hace menos de un mes - del gran pensador Zygmunt Bauman, ha sido un acicate para enmendar mi ignorancia sobre su pensamiento. Estas doscientas setenta y una páginas, en diálogo con otro filósofo crítico, Leonidas Donskis, te dejan "tocado". Tocado porque analizan brillantemente el tipo de ceguera moral que define nuestras sociedades. 
"He aquí dos de las manifestaciones del nuevo mal: insensibilidad al sufrimiento humano y deseo de colonizar la privacidad arrebatando el secreto de alguien, eso de lo que no debería hablarse ni hacerse público. El uso global de las biografías, intimidades, vidas y experiencias de los otros es un síntoma de insensibilidad y falta de sentido"(16).

Seis partes componen esta obra, a saber:
* Introducción. Hacia una teoría del secreto humano y la inconmensurabilidad, o exponer formas elusivas del mal.
* 1. De los demonios a las personas terriblemente normales y cuerdas.
2. La crisis de la política y la búsqueda de un lenguaje de la sensibilidad.
3. Entre el miedo y la indiferencia: la pérdida de sensibilidad.
4. Arrasar la universidad: el nuevo sentido del sinsentido y la pérdida de criterios.
5. Repensar "La decadencia de Occidente".

Ideas Principales:

Partirán del concepto clave de "adiaforización", que no es ni más ni menos que, "la indiferencia moral ante determinados actos". 
"Nuevas formas de censura coexisten con el lenguaje sádico y caníbal hallado en Internet y desatado en orgías verbales de odio anónimo, cloacas virtuales de defecación en los otros e incomparables despliegues de insensibilidad (especialmente en los comentarios anónimos)"(21). Lo he sufrido en carne propia durante el expediente 31/11.

Bauman y Donskis harán un repaso exhaustivo a los profetas apocalípticos de la modernidad ( desde Mijail Bulgakov, Franz Kafka, Robert Musil,...hasta los más recientes George Orwell, Aldous Huxley y Yevgueni Zamiatin).
"Tendemos a sustituir una situación existencial franca o cara a cara por un sistema clasificatorio generalizado que consume las vidas y las personalidades humanas como datos empíricos y evidencias o como meras estadísticas"(31).
" Qué seguro y cómodo, acogedor y amistoso parecería el mundo si los monstruos y solo los monstruos perpetraran actos monstruosos"(36).

Las causas de la adiaforización son innumerables.
"Sus causas son innumerables: racionalidad instrumental; sociedad y cultura de masas, es decir, pertenecer a una multitud siempre y en todo momento (pensemos en televisión y en Internet); haber interioridad la multitud; y una concepción del mundo en la que siempre parecemos estar rodeados de un poder anónimo gracias al cual nadie te reconocerá, te identificará o te avergonzará. De este modo, las cosas que no nos conectan con nuestras vidas carecen de importancia para nosotros; su existencia se disocia de nuestra permanencia en el mundo y no pertenecen a la esfera de nuestra identidad y autoimagen. Algo les pasa a los demás, pero no a nosotros. No puede sucedernos a nosotros: esta es una sensación conocida, provocada por nuestra comprensión del mundo humano tecnológico y virtual"(55).
"El tsunami de información, opiniones, sugerencias, recomendaciones, consejos e insinuaciones que inevitablemente nos abruma en nuestros serpenteantes itinerarios vitales deriva en la actitud indiferente hacia el conocimiento, el trabajo y el estilo de vida (en realidad, hacia la vida como tal y con todo lo que contiene)"(59).
"La vigilancia a través de las redes sociales es mucho más eficaz gracias a la cooperación de sus víctimas. Vivimos en una sociedad confesional que fomenta la autoexposición como la prueba de existencia social primordial y más fácilmente accesible, así como la más potente y la única realmente competente"(77-78).

Fundamental el nuevo concepto de PRECARIADO, procedente de la incertidumbre existencial, "esa extraña mezcla de ignorancia e impotencia y una inagotable fuente de humillación"(86).
Sería "someterse al favor y al placer de otro; vivir, por lo tanto, en lo incierto" (Oxford English Dictionary).
A diferencia del proletariado de antaño, el precariado actual incluye a personas de todas las clases sociales. Todos nosotros, o al menos el 99% de nosotros, somos ahora "precarios".

Rescatan el término de Antonio Gramsci, "INTERREGNO":"épocas en las que se acumula una evidencia casi diaria de que las viejas y conocidas formas de hacer las cosas ya no funcionan, a la vez que sus sustitutos más eficaces aún no se han presentado o son demasiado precoces, volátiles e incipientes como para ser tenidos en cuenta"(108).
" En el presente atravesamos múltiples crisis, pero la más profunda de ellas, la metacrisis que convierte a las demás en insolubles, es una crisis de mediación"(112).


Después de un recorrido por la política europea del siglo XX, Leonidas Donskis, se muestra preocupado por nuestra era.
"La nuestra es una era de temor. Cultivamos una cultura del temor progresivamente más poderosa y global. Nuestra era exhibicionista, con su fijación en el sensacionalismo barato, los escándalos políticos, los reality shows televisivos y otras formas de autoexposición a cambio de fama y atención pública, aprecia el pánico moral y los escenarios apocalípticos en un grado incomparablemente mayor a los planteamientos equilibrados, la leve ironía o la modestia"(121).

Su conclusión es contundente: "Así pues, el temor se ha convertido en una mercancía política que despeja el camino para la llegada de una ola de populismo y xenofobia a Europa. Ante nuestros ojos, la cultura del miedo produce la política del miedo"(124).
Bauman coincide plenamente en sus planteamientos y remarca: "En definitiva, el efecto principal de la obsesión por la seguridad es el rápido crecimiento del estado anímico de la inseguridad, con su cortejo de miedo, ansiedad, hostilidad, agresión y un debilitamiento o silenciamiento de los impulsos morales"(134).

Las consecuencias son dramáticas. Ya no estará claro qué es la libertad.
"Tal vez estamos atrapados en la nueva barbarie, que aún no ha llegado a Occidente: capitalismo sin democracia (hasta ahora es el modelo chino o de la Rusia actual, pero su diseminación por todo el mundo no es algo que pueda descartarse), libre mercado sin libertad personal, el reforzamiento de la dictadura económica y la paralela desaparición del pensamiento político, y la transformación final de la política en un elemento de la cultura de masas y el mundo del espectáculo, con el verdadero poder y el Gobierno en manos no de una representación públicamente elegida, sino de alguien elegido por los sectores más poderosos de la sociedad, al margen del control público, quizá los dirigentes de la burocracia central, los negocios y los medios"(163).

También rescatarán las implicaciones filosóficas de la literatura de Kundera, donde la historia aparece como una alternativa significativa y silenciosamente moral a la brutalidad de la geopolítica y la fuerza exhibida por los poderosos. La memoria se convierte en una herramienta de los pequeños y los débiles, mientras que el olvido sirve a los intereses de los grandes y poderosos.

El tema de la Universidad es preocupante.
"¿Cómo formaremos a la próxima generación de intelectuales y políticos europeos si los jóvenes no tienen la oportunidad de experimentar qué es una universidad no vulgar, no pragmática y no instrumentalizada?"(174).

Recuperan de Anthony Giddens "las relaciones puras", tan comunes hoy día. Relaciones sin compromiso, con una duración y alcance sin definir. La relaciones puras solo se basan en la gratificación que se obtiene de ellas. Establecer la relación requiere una decisión bilateral; romperla puede hacerse unilateralmente.
"La distinción esencial de las redes - la palabra elegida actualmente para sustituir a las ideas de comunidad o comunión que se consideran desfasadas y obsoletas - es precisamente su derecho a la interrupción unilateral. A diferencia de las comunidades, las redes se configuran individualmente, y basan su persistencia en la voluntad individual como único fundamento, por volátil que sea"(187).
"La variedad moderna líquida de adiaforización se moldea según el patrón de las relaciones consumidor.mercancía, y su eficacia se basa en el trasplante de ese patrón a las relaciones interhumanas"(187).
La conclusión solo puede ser una:"Mientras la actitud consumista lubrica las ruedas de la economía, lanza arena en los engranajes de la moralidad"(188).

Y llegamos a lo más preocupante, la generación de nuestros hijos, la Generación Y. Son los primeros que han llegado a un mundo en el que existe Internet y conocen y practican la comunicación digital en tiempo real.
"Una generación que no da nada por sentado. Que las preguntas que esa generación está acostumbrada a plantear se dirigen fundamentalmente a los autores anónimos de Wikipedia, a los amigos Facebook o a los adictos a Twitter, pero no a sus padres, jefes o autoridades públicas, de los que no esperan respuestas relevantes, y menos aún acreditadas, fiables y que merezca la pena escuchar"(191).
Será el nuevo precariado que el mundo y la sociedad ha preparado. "Se define a los precarios como a personas cuyos hogares se alzan (con sus dormitorios y cocinas) en arenas movedizas; también se los define por su ignorancia autoconfesada ("No tengo ni idea de qué es lo que va a caerme encima") y su impotencia ("Aunque lo supiera, no tendría poder para evitar el golpe")"(194).

Imposible de negar la importancia del mal en nuestro siglo XXI.
"Actualmente el mal no elige a Hitler o Stalin como su personificación, sino que asume formas anónimas de insensibilidad que pasan inadvertidas. En nuestra época el mal es mucho más difícil de reconocer; se oculta bajo diversas máscaras de un anonimato que declama una retórica cuasiliberal y se invisibilidad mucho mejor que cuando se erguía despojado de todo camuflaje"(221).
Los gobiernos ya pintan muy poco en la gobernanza del planeta.
"Ahora son los mercados (no sin la connivencia o, incluso, el respaldo y el patrocinio tácito o explícito de los impotentes y desventurados Gobiernos estatales) los que han usurpado la primera y la última palabra a la hora de negociar la línea que separa lo realista de lo poco realista. Y los mercados son un nombre abreviado para designar a fuerzas anónimas, sin rostro ni domicilio fijo: fuerzas que nadie ha elegido y que nadie es capaz de limitar, controlar o guiar"(230).
"De ahí la profunda y cada vez mayor crisis de confianza. La era de la confianza en las instituciones del Estado-nación deja paso a una era de pérdida de autoconfianza de las instituciones y una desconfianza popular en la capacidad de acción de los Gobiernos"(231).

Obras de referencia serán:
* "1984" de George Orwell
* " Un mundo feliz" de Aldous Huxley
* " Nosotros" de Yevgueni Zamiatin
* "Los dioses tienen sed" de Anatole France
* "Las benévolas" de Jonathan Littell
* "La posibilidad de una isla" de Michel Houellebecq
* "Erewhon" de Samuel Butler
* "Darkness at Noon" de Arthur Koestler
* "El pensamiento cautivo" de Czeslaw Milosz
* "El año 2440" de Louis-Sébastien
* "Guerras climáticas: por qué mataremos (y nos matarán)" de Harald Welzer
* "Ciencia nueva" de Giambattista Vico
* "El diablo cojuelo" de Luis Vélez de Guevara

Dejo para el final, los motivos para la esperanza. Primero, los valores de la fidelidad y la lealtad.
"La fidelidad es el deseo de hablar, bromear, ofrecer revelaciones sobre uno mismo y el mundo circundante, y hacerlo junto a un ser que hemos elegido. No solos, no con cualquier otro, sino con un ser humano amado. La lealtad es la estrategia de descubrir el mundo juntos."(263-264).
"Una persona equilibrada no desea conocerlo todo acerca de sí misma sin la participación de la persona que ama. Pues sin amor y sin seres amados descubrirás un monstruo en tu interior, tarde o temprano"(266).
"Merece la recordar que en la historia humana nada ha conquistado esto, salvo el amor, la amistad, la lealtad y su partera honesta y leal: el espíritu de la creatividad"(271).
Me alegro de haber iniciado el conocimiento de la obra de este gran pensador que me ha quitado las telarañas del cerebro. Nadie mejor que él puede explicar las incertidumbres del presente. Gracias allá donde estés. SALUD.

P.D. Simpáticas me han resultado las menciones en el libro a Manuel Vázquez Montalbán - formando comunidades interpretativas y abiertas a la posibilidad de ejercer el sentido crítico -(69), y a Pedro Almodóvar, quien habla a través de sus películas ("Amo a aquellos a quienes quiero hablar, amo aquello de lo que no puedo dejar de hablar cuando lo veo"). Milan Kundera ha escrito que ser es existir en los ojos del ser que amas" (263).
Las últimas páginas donde habla de la persona a la que se ama, a los acordes de la canción de Spandau Ballet, "Through the Barricadas", me han hecho llorar.

No hay comentarios: