"En la vida, lo importante es la capacidad de responder ante el sufrimiento del prójimo." (Ludwig Wittgenstein)

martes, 24 de marzo de 2015

Tragedia aérea en Francia


El aparato había partido a las 10.01 del aeropuerto de El Prat, con un retraso de 26 minutos respecto a la hora de salida inicialmente prevista, según ha confirmado Aena. Aunque las primeras informaciones apuntaban a 148 víctimas, según ha indicado la compañía en su cuenta de Twitter, el avión viajaba con 144 pasajeros a bordo y seis tripulantes (dos pilotos y cuatro ayudantes de cabina), es decir, un total de 150 personas, entre ellos dos bebés. Según la lista de pasajeros, 45 de las personas que viajaban en el aparato siniestrado tienen apellido español.

Un portavoz de la compañía ha cifrado en 67 los pasajeros alemanes, entre ellos 16 estudiantes que habían estado en un viaje de intercambio con familias del Instituto Giola, en Llinars del Vallés (Barcelona). Con ellos volaban, además, dos profesoras.
"Va a llevar días recuperar las víctimas, luego los restos", ha explicado un alto oficial de la Gendarmería a Reuters tras haber visto una decena de partes del avión al sobrevolar la zona en helicóptero. El resto del aparato está pulverizado. 
"Un helicóptero ha podido aterrizar (en la zona) para constatar desgraciadamente el hecho de que solo hay víctimas", informó el primer ministro francés, Manuel Valls. El primer ministro ha asegurado que "no se puede descartar ninguna hipótesis" sobre lo que le ha sucedido al avión de la compañía alemana Germanwings siniestrado y ha descartado que haya supervivientes.
El diputado socialista de la región, Selon Chistophe Castaner, ha afirmado que los restos están esparcidos en un área de dos kilómetros, según le han comunicado los gendarmes que están sobrevolando el lugar del accidente.  Castaner ha descrito en su cuenta de Twitter las primeras escenas con las que se han encontrado los servicios de socorro: "Imágenes espantosas en este paisaje de montaña. No queda nada, más que restos del aparato y cuerpos".
Un portavoz de Germanwings ha explicado que a las 10.47 el Airbus—pilotado por un comandante con 10 años de experiencia y 6.000 horas de vuelo—, ha comenzado a perder altura. A los pocos minutos se situó a 1.800 metros y a las 10.53 se tuvo el último contacto. En la zona, los picos más altos  alcanzan los 3.000 metros.
El avión pasó de 30.000 (9.000 metros) a 6.900 pies (1.800 metros) en apenas nueve minutos. Se desplazaba a una velocidad de al menos, 650 kilómetros por hora. Según el Ministerio de Exteriores francés, el accidentado es uno de los aviones más viejos de la compañía. Winkelmann ha negado que la edad del avión pueda ser una causa, aunque no ha querido "especular" sobre los motivos del accidente y ha apostado por ser "prudente". La aeronave no emitió ninguna llamada de emergencia: fue el controlador del aeropuerto más cercano el que dio la voz de alarma cuando detectó la pérdida continua de altura.
Una de las dos cajas negras con las que estaba equipado el avión ha sido hallada poco después de las cinco de la tarde. (Fuente: EL PAÍS)

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